Además de que le habló a su entrenadora Frank Davis, quien precisamente hoy regresa de los Estados Unidos a seguir entrenando a la campeona mundial del racquetbol.
“Brinqué de gusto y buscaba abrazar a todo mundo. Precisamente acababa de hablar con mi mamá -Leticia- y platicamos de que ya sólo esperaba la notificación del Premio, Estoy super feliz”.
Paola le dedica el Premio a sus papás Leticia y José, así como a sus hermanos Edgardo y Cristian, este último que sigue sus pasos.
“Sin duda que mi familia siempre ha sido fundamental en mi carrera. Cuando estoy derrotada y cuando triunfo, su confianza y sus ánimos me hacen levantarme y seguir adelante. Pero también hay muchas personas que me han apoyado, además de mi entrenadora que hoy regresa para seguirnos preparándonos para la justa de Veracruz, que es la siguiente meta”.
La racquetbolista mencionó que ahora se siente más comprometida, pero con el deporte.